Una de las dudas más frecuentes que tienen los usuarios de instrumentos de medición es: ¿Cada cuánto tengo que calibrar?
Para estimar la frecuencia en la que se deben calibrar los instrumentos de medición se deben tener en cuenta las siguientes recomendaciones.
- Recomendación del fabricante
Por lo general el fabricante realiza múltiples ensayos sobre sus instrumentos y conocen bien la estabilidad de los componentes interno y por ende tanto de las unidades principales. La gran parte de los fabricantes recomiendan la calibración a un año, pero en muchos instrumentos también se tiene en las especificaciones otros periodos de tiempo, con lo cual, se podría elegir la frecuencia de calibración en base a las especificaciones del fabricante y a la exactitud con la que se quisiera medir. Por ejemplo, otros recomiendan calibración trimestral que son mucho mejores que las de 1 año, por ende, si se calibra el instrumento cada 3 meses días se puede mejorar la exactitud y confiabilidad de las mediciones.
2. Rango de uso esperado
Cuando la gran mayoría de instrumentos son empleados cerca de fondo de escala sufren un desgaste mucho mayor que cuando son usados en otros valores intermedios. Esto se da comúnmente en temperatura y humedad, ya que un termómetro que es llevado a 500°C va a sufrir un desgaste mucho mayor que una que no sobrepasa los 200°C y lo mismo sucederá con los sensores de humedad cuando se llega a valores de humedades relativas cercanas a la condensación o a humedades por debajo de 10%HR. Mientas más cercano se está del rango máximo de los instrumentos mayor será el desgaste y por lo tanto es posible que la exactitud de los instrumentos se vea afectadas.
3. Influencia ambiental
El ambiente juega un rol sumamente importante la estabilidad, en la exactitud y en la durabilidad de los instrumentos. Existe la posibilidad de tener que emplear los instrumentos de medición en ambientes poco favorables, por lo cual, la frecuencia de calibración debe ser más constante. Los ambientes desfavorables para los equipos no solo son los ambientes agresivos químicamente o los que presentan temperaturas considerablemente alteradas, estas temperaturas pueden degradar componentes en los equipos. Por otro lado, ambientes con muchas vibraciones pueden alterar las características y bondades de los sensores de temperatura o de las balanzas. También las variaciones de presión requieren un aumento de la frecuencia de calibración de los manómetros analógicos de bajo rango. Por último, ambientes de alta o baja humedad pueden afectar drásticamente ciertos tipos de instrumentos, como por ejemplo termohigrómetros o multímetros.
4. Frecuencias de 3 a 6 meses
Por lo general se recomienda como frecuencia de calibración de instrumentos de medición, con una clase de uso muy estricto o cuando se considera que existen altas probabilidades de un trabajo no conforme. Por ejemplo, resistencias patrones de trabajo de alto valores, sometidas a altos voltajes durante su uso, en la mayoría de casos tienen derivas altas con lo cual deben ser calibrados con más frecuencia. Otro claro ejemplo son los manómetros o termómetros digitales, los cuales al envejecer tienden a necesitar ajuste más seguido para mantenerse dentro los márgenes permitidos de error con lo cual requieren ciclos de calibración cortos.
Ing. Renzo Danos